El Gyokuro, conocido como «rocío de jade» en japonés, es un tesoro entre los tés verdes de alta calidad que merece ser descubierto por los amantes del té. Su nombre evoca la imagen de las hojas de té cubiertas de rocío en la mañana, reflejando la delicadeza y frescura que caracterizan a esta infusión.
La historia del Gyokuro se remonta al siglo XIX en Japón, donde se desarrolló un método especial de cultivo bajo sombra para realzar su sabor único. Se dice que este té era el favorito de los samuráis, quienes apreciaban su exquisito sabor y sus propiedades revitalizantes.
En la cultura japonesa hoy en día, el Gyokuro ocupa un lugar especial como una bebida de alta categoría reservada para ocasiones especiales. Su cultivo requiere cuidados meticulosos, desde la sombra que protege las hojas del sol hasta la cosecha manual, lo que resulta en un sabor dulce y umami que lo distingue de otros tés verdes.
El 16 de Marzo, nos reunimos en La Tienda del Té de León con entusiasmo para sumergirnos en una experiencia sensorial única: probar el Gyokuro que nuestros apasionados asociados trajeron de su reciente viaje a Japón. Este encuentro no solo fue una oportunidad para deleitarnos con el exquisito sabor de este té verde especial, sino también para fortalecer los lazos que nos unen como amantes del té.
Mientras degustábamos el Gyokuro, se creó un ambiente de conexión y camaradería en torno a la mesa. Compartir este tesoro verde, fresco y sutilmente umami nos recordó la belleza de unirnos para apreciar las pequeñas cosas que enriquecen nuestra vida diaria. Además, durante la sesión, surgieron animadas conversaciones sobre los deliciosos postres japoneses que complementan a la perfección la experiencia del té, despertando nuestra creatividad y generando ideas sobre recrearlos aquí, en León.
Cada sorbo de Gyokuro fue una invitación a sumergirnos en la cultura japonesa y a apreciar la belleza y la armonía que este té aporta a nuestros sentidos. La posibilidad de compartir este producto tan delicado y saludable entre amigos de nuestra querida asociación El Gaiwan Feliz nos llenó de alegría y gratitud por formar parte de una comunidad unida por la pasión por el té.
¡Gracias a nuestros asociados por compartir esta hermosa experiencia!
